Crónica. ‘Santy’ Molina: un chico grande del acordeón

Por Juan Rincón Vanegas – @juanrinconv 

A sus 12 años, el niño Santiago Andrés Molina Ballestas ha escrito páginas gloriosas en la auténtica música vallenata, y no sobra decir que se le avizora un futuro muy grande. Así lo ratifican los triunfos obtenidos en diversos escenarios gracias a su talento, calidad humana y a esa música que lo cautivó, incluso, antes de nacer.

Cuenta su mamá Vicky Ballestas Arnedo, que cuando ella estaba embarazada, su hermano Edwing Ballestas, quien actualmente es cantante de la agrupación vallenata Ruta 4, tocaba el acordeón y su criatura se le movía en el vientre.

Vicky va más allá y explica que “Santy era muy inquieto, cuando estaba llorando, al escuchar las notas del acordeón se calmaba inmediatamente. Cuando tenía un año, le poníamos videos vallenatos y al escuchar las notas se llevaba las manos al pecho para imitar al acordeonero, que casi siempre era Gonzalo ‘El Cocha’ Molina”.

La familia de Santiago no tuvo duda que el niño sería acordeonero, y es así como su abuelo Antonio Rafael Ballestas Martínez le compró un acordeón de juguete cuando apenas contaba con dos años. Con la mayor paciencia, le fue enseñando al niño canciones como ‘Los pollitos’, ‘El cumpleaños’ y la famosa ‘Piña madura’.

Al cumplir los cinco años, el niño ingresó a una escuela de música vallenata en su natal Barranquilla, donde aprendió a ejecutar la auténtica música vallenata, y dos años después le pidió a sus padres que lo dejaran participar en el Festival de la Leyenda Vallenata, logrando en el año 2016, y después de seis participaciones, ocupar el segundo puesto en el concurso de acordeón infantil.

 

Amor al vallenato 

Para ‘Santy’, como lo llaman familiares y amigos, el Festival de la Leyenda Vallenata ha sido su gran plataforma para dar a conocer su talento y estimular a otros niños a querer esta música cautivadora.

“Me he sentido feliz en mis participaciones en el Festival Vallenato, he aprendido mucho y más ahora que ocupé el segundo puesto. El próximo año regresaré en busca de la corona. Amo el vallenato auténtico, y ese es el que toco, canto y compongo, tal y como lo demostré en el programa ‘Grandes Chicos’ del canal RCN, donde recibí un gran reconocimiento”.

Sus padres, Ronaldo Molina Gómez y Vicky Ballestas Arnedo, y todos sus familiares se sienten orgullosos de ‘Santy’ porque es un excelente estudiante que cursa sexto grado en el colegio ‘Guillermo Carey’.

“Es un niño interesado todo el tiempo en el folclor vallenato. Se prepara, estudia y tiene la disciplina necesaria para seguir adelante cada día. Nosotros lo apoyamos en todo y estamos agradecidos con Dios porque nos ha dado un hijo bueno y talentoso”, indica su progenitora Vicky Ballestas.

De su hoja de vida musical se destaca que ‘Santy’ ha sido ganador en distintos festivales que se llevan a cabo en la Costa Caribe. Hace la lista y aparecen: Festival Distrital de Música de Acordeón de Barranquilla; Festival Cóndor Legendario de Juan de Acosta, Atlántico; Festival Indio Tayrona de Santa Marta y Festival Aires de Ariguaní de Algarrobo, Magdalena.

La capacidad de este niño va más allá de interpretar el acordeón, pues también ejecuta el bajo, la guitarra y el piano. En medio de la charla, insiste en que es un fiel seguidor de los Reyes Vallenatos Alejo Durán Díaz, Luis Enrique Martínez y Alfredo Gutiérrez Vital. También se declara admirador del desaparecido Juancho Rois, y actualmente se queda con los estilos de Sergio Luis Rodríguez y Rolando Ochoa.

Entrando en el plano del concurso de acordeón, ‘Santy’ manifiesta que los aires que más le llaman la atención son la puya y el merengue. “En ese orden me quedo con el merengue ‘Mi morena’ del maestro Alejo Durán.

De un momento a otro, el pequeño artista da a conocer sus sueños, que consisten en alternar en algún concierto con Carlos Vives, Silvestre Dangond y Martín Elías. 

Lado humano 

Este pequeño artista cuenta con un gran corazón, así lo demuestra con su apoyo a las fundaciones ‘Brindemos Sonrisas’ y ‘Voy por mi Sueño’. En la Fundación ‘Brindemos Sonrisas’, que se ocupa de ayudar a niños en estado de vulnerabilidad y enfermos de cáncer, ‘Santy’ contribuye donando parte del dinero ganado en los distintos concursos, el cual es destinado a la compra de medicamentos, pañales desechables y demás elementos que puedan necesitar los niños enfermos.

Mientras que en la Fundación ‘Voy por mi Sueño’, que ayuda a niños y niñas que quieren ser artistas o deportistas, los motiva con su ejemplo de dedicación y fe en Dios, les dice que luchen por su sueño, porque pueden lograr todo lo que se propongan con mucha disciplina, constancia y dedicación.

Cada vez que triunfa en un evento les brinda una presentación, les dicta una charla de motivación basada en su testimonio y todo lo que vive para convertirse en un ganador.

‘Santy’ hace parte de la agrupación Los Niños Vallenatos de Andrés ‘El Turco’ Gil, y en su tiempo libre recibe cursos de técnica vocal, clases de acordeón, juega fútbol y escucha música vallenata. 

‘No te rindas’ 

Santiago Andrés Molina Ballestas es un acordeonero infantil que ha brindado múltiples alegrías a sus padres, pero especialmente a cientos de niños enfermos de cáncer. Recientemente visitó a una niña víctima de esta enfermedad, a quien le interpretó la canción de alabanza ‘No te rindas’, de la autoría de Gabriel ‘El Chiche’ Maestre Socarrás, no sin antes darle gracias a Dios por permitirle poner su talento al servicio de los demás.

El mensaje de esa canción estremece el alma en todos sus puntos cardinales, haciendo posible que la vida tenga mayor sentido y sea como un vallenato que se hace con el corazón sonriendo. 

Amigo,

la voluntad de Cristo que me quiso probar,

las cosas que mi alma no quería tocar,

las penas, angustias, rechazos, insultos,

persecuciones, cargada y llena de preocupaciones

y de luchas, agobiada de amarguras.

Tanto que un día yo le pregunte al Señor

qué por qué me trajo a este mundo?

arrodillado, llorando le dije a él

mejor quítame la vida

y él me dijo, yo te amo

sigue avanzando, que estoy contigo.

No desmayes, no te rindas

no te detengas a mitad del camino

aún con barreras y tropiezos te digo:

ve hasta el final.