-Es el padre del cantante Farid Ortiz, quien se ha desempeñado en distintos oficios, llegando hasta ser alcalde en 1974 del municipio de Chiriguaná, Cesar-
Por Juan Rincón Vanegas – @juanrinconv
No más se sentó en la puerta de su casa los saludos no cesaron para el hombre que durante una cantidad de años se ha dedicado a brindar sus conocimientos médicos a los habitantes del corregimiento de La Loma, municipio de El Paso, Cesar.
La historia de su vida es tan larga como sus 86 años, que ha sabido vivir al lado de varias mujeres que le han regalado 23 hijos. “Es mi gran fortuna”, dice Gerardo Emilio Ortiz Sierra, nacido el miércoles 26 de febrero de 1930 en La Jagua de Ibirico, Cesar.
De un momento a otro y ante las preguntas dibuja en su mente cientos de recuerdos que va contando detalladamente. Comienza diciendo que se desempeñó en varias ocasiones como Inspector de Policía de La Jagua de Ibirico, docente por 19 años, Concejal en seis ocasiones del municipio de Chiriguaná y dos ocasiones Inspector de Policía en La Loma.
Su mayor logro político fue ser Alcalde del municipio de Chiriguaná durante varios meses del año 1974. “Imagínese tantos profesionales brillantes en ese territorio y me escogieron para desempeñar ese importante cargo. En ese tiempo El Paso, pertenecía a Chiriguaná”, anota Gerardo Ortiz.
Dejando a un lado la política ingresa al campo de la medicina donde se ha desempeñado a cabalidad teniendo la más grande aceptación.
“Todo llegó de la mano de Dios porque desde niño me gustaba la medicina y a mi casa llegó a vivir uno de los mejores pediatras de la Costa Caribe, el médico Ernesto Tiziano Mier Rojas, y sin pensarlo lo acompañaba a todas partes y de esa manera aprendí. Él, viendo mi interés me enseño muchas cosas. Aprendí a inyectar y a poner suero, en fin todo lo de enfermería”, relata el viejo Gera Ortiz.
Con el paso del tiempo era un experto en el arte de la medicina y comenzó a defenderse solo, creando fama en toda la región donde era consultado. De esa manera dice que tiene el récord de haber salvado de la muerte a 57 niños que ya habían sido desahuciados.
Hace varios años comenzó a estudiar lo referente a la medicina natural donde también se desempeña con lujo de detalles. “Gracias a Dios me ha ido bien en este campo que dos médicos me llevan a sus hijos para que los atienda”.
De Gerardo Ortiz, también se destaca su faceta como compositor vallenato y dice que cuenta con muchas canciones, siendo la más reciente una dedicada al campo que está abandonado.
Listado de hijos
Gerardo Ortiz, tiene una memoria privilegiada y recuerda diversos hechos sucedidos en su vida como funcionario público y médico del pueblo. Para conocer sus destreza en este campo se le pregunta por el nombre de sus 23 hijos, pero enseguida anotó que lo podía dar con los nombres de las siete progenitoras.
Cuando se le dijo que no era necesario, sin más preámbulos comenzó: Gerardo, Mery, Cristóbal, Carmen, Cesar, Telmira, Crisóstomo, Carlos, Calixto, Besaida, Luis, Edgar, Santos, Farid, Leticia, Senith, Edith Marqueza, Maribel, Edgar Emilio, María del Rosario, Wilfrido, Damaris y Siwil.
Cuando terminó expresó que eran el motivo de su vida y la mayoría son profesionales. “Mis hijos me salieron buenos y no me canso de decir que son mi gran fortuna”. Enseguida anotó que le habían fallecido dos hijos.
El amor sagrado
Al dar un recorrido por diferentes aspectos de su vida, hizo un repaso por el amor, donde dice que también se graduó con todos los honores. “El amor es una de las cosas más sagradas del mundo, al amor no lo manda nadie y nadie ha definido de donde nace”, es su reflexión.
Su compañera Erma Martínez Parra, lo mira de reojo, y él al verla comenta: “Ella, me ha aguantado todas las perrerías porque me ama. Vivo con ella hace 54 años”.
Erma sonrió, y sin preguntarle expresó que “Desde que el hombre sea bueno y cumpla con sus deberes no hay motivo para rechazarlo. Los celos no iban mucho conmigo porque yo era y sigo siendo la reina de Gera”.
El viejo medico del pueblo no esperaba esa inyección de amor verdadero y solamente atinó a decir: “Que palabras tan bonitas y más recibirlas a mi edad cuando estoy por encima de todo”.
El abrazo no faltó entre Gerardo y Erma, porque ellos están convencidos, así los años estén pasando a lista, que son ‘Prisioneros de amor’, como lo dice Farid Ortiz: “Que linda condena tengo yo, sus brazos son rejas del amor”.
Recetando
El viejo ‘Gera’, no se cansa de recetar y siempre acierta porque llega directo a la causa del mal de su paciente. “Mi experiencia me lleva a acertar y la persona queda feliz y me recomienda”. Sigue disertando sobre el avance de la medicina y expresa que ahora dan muchas vueltas para dar con el problema de salud de la persona.
De repente hace una parada en la charla y habla del homenaje que le harán por estos días en el 26º Festival de Canciones Samuel Martínez, de La Loma. “Esto no lo esperaba, pero es de mi agrado y lo voy a recibir tomando valeriana para estar bien calmado y no chocar con las emociones del corazón”.
Agacha su cabeza, se acomoda sus anteojos, piensa un largo rato y enseguida le da gracias a Dios por su familia y por ser un hombre bueno, noble y que se ha ganado el cariño de todos.
Enseguida llama a Erma, su compañera, y le dice que debe tomarse la foto con él, porque ha sido la mujer que nunca se ha cansado de sobrellevar sus alegrías, sus tristezas y los diversos quebrantos de su cuerpo.
En esa foto quedaron reflejados esos dos seres que han traspasado la barrera del tiempo, que han aprendido a interpretar la vida y cuyo amor a pesar de los escapes del corazón se esconde dentro de una rosa perfumada.