Valledupar, mayo 02 de 2024 – Boletín Informativo No. 021
Valledupar se convirtió en un amplio sector en el escenario ideal de fiesta y folclor, celebrando así los 30 años de haberse iniciado el desfile de piloneras, donde comenzó a hacerse el rescate de esta danza.
El desfile de piloneras no solo marca el asomo del Festival de la Leyenda Vallenata, sino que también refuerza, preserva y promueve las raíces culturales que hacen de La Capital Mundial del Vallenato un lugar único en el mundo.
La emoción se sintió en cada calle desde la institución educativa Alfonso López hasta la glorieta de la Pilonera Mayor, donde miles de vallenatos y visitantes se agruparon para unidos cantar algunos de los versos que hacen parte de esta gesta nacida en la tierra donde se trabaja cantando.
Todo se adornó de colores y de música tradicional donde las voces se hacían sentir y el sonido del recuerdo marcaba el paso.
Familias enteras, jóvenes, adultos y niños se unieron por igual para ser testigos y participar de esta tradición vallenata que une a todos.
Desde el entorno de las piloneras sobresalió Iván Villazón, homenajeado del 57° Festival de la Leyenda quien iba montado en una carroza mientras cantaba varias de sus mejores canciones. Además, se contó con la presencia de muchos artistas, reinas de belleza y otras estrellas del entretenimiento local y nacional.
«Es un momento en el que podemos celebrar nuestra identidad, nuestras tradiciones y nuestra historia como comunidad. Ver a la gente emocionada y comprometida con nuestra cultura es verdaderamente inspirador- Es la prueba que esta danza sigue vigente con la garantía de permanecer en el tiempo”, expresó el presidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, Rodolfo Molina Araújo mientras se unía al desfile.
Este significativo evento fue tomado en cuenta por la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata gracias a la iniciativa de Cecilia ‘La Polla’ Monsalvo y debido a su gran auge, se incluyó como parte fundamental del Festival ubicándolo como el acto de apertura.
El desfile de Piloneras se convirtió en la oportunidad de rendir homenaje a las raíces ancestrales que han moldeado a lo largo de los años la identidad de Valledupar. Es el canto que lleva impregnados versos de esos donde la vida se baila al ritmo de una tambora.
Gracias a todos por estar presente en este acontecimiento folclórico que puso a Valledupar a sentir de cerca el amor por sus raíces, costumbres y tradiciones.
53 acordeoneros por la corona profesional
Sesenta concursantes se inscribieron en la categoría de acordeón profesional, sin embargo fueron 53 quienes realizaron su presentación en la primera ronda porque siete de ellos fueron descalificados por no presentarse en la tarima Francisco el Hombre, de la Plaza Alfonso López de Valledupar, luego de los tres llamados reglamentarios.
Un sinfín de momentos de euforia, alegría e inspiración, marcaron la jornada a la que asistieron miles de personas quienes disfrutaron al ritmo del vallenato auténtico, este concurso de la 57º versión del Festival de La Leyenda Vallenata, homenaje al artista Iván Villazón, ‘La Voz Tenor del Vallenato’.
De otro lado, doce experimentados jurados tienen en sus manos la difícil tarea de calificar la destreza y armonía del conjunto vallenato. Se interpretó el paseo, merengue y sigue son y puya, para cerrar la primera ronda.
Una de las asistentes que se cautivó con la magia de las melodías de los aires de la música vallenata fue Libis Mendoza, quien llegó procedente de Maracaibo, Venezuela, a disfrutar de este ambiente tradicional y cultural que sólo se vive en el Festival de la Leyenda Vallenata.
“Ha sido una experiencia muy gratificante porque esto es muy lindo. Admiro mucho como acá valoran el folclor. Es algo envidiable y quisiera llevarme un poquito de esto a mi tierra para que el folclor de nosotros que es la gaita, perdure y se mantenga de la misma manera que aquí lo hacen con el vallenato”, expresó.
Los versos vuelan de boca en boca
La piqueria mayor e infantil volvió llamar la atención por el talento, rapidez y creatividad de los concursantes quienes sacaron a relucir versos, esos mismos que despertaron el corazón y el alma del público presente en el Centro Comercial Unicentro. Llega la final entre seis concursantes.
Los siete pequeños concursantes de la piqueria infantil batallaron por parejas entre rimas y versos, mientras el jurado calificador los evaluaba demostrando su habilidad, su inspiración y su gracia al versear con su contendor.
La cultura vallenata ha expandido sus fronteras, en esta ocasión los participantes llegaron procedentes de diferentes partes de Colombia y entre ellos se resaltó a una niña de Venezuela, quien se involucró entre los versos y las rimas de niños contendores. Todo fluyó como agua viva.
En el concurso de piqueria mayor se destacó el valioso aporte de la única participante mujer que representó con coraje al género femenino en el arte del repentismo. A pesar de las descalificaciones por no atender llamados reglamentarios por parte de 10 concursantes, el evento se mantuvo como un festín de emociones, melodías y rimas.